No te creas tan buen actor
/Kerry Patterson, co-autor de Conversaciones Cruciales, durante los años 80s comenzó a diseñar programas de formación empresarial, produciendo videos de entrenamiento en los que mostraba dramatizaciones de situaciones comunes en el trabajo.
Nos relata que en uno de los videos, el actor que contrató, debería personificar a un trabajador a quien su colega no le había entregado ciertos insumos a tiempo, provocándole problemas.
En la primera toma Kerry trató de darle poca dirección para hacer que la escena fuera más fresca. El actor entró a cuadro y dijo las líneas.
“Dijiste que tendrías los insumos listos al medio día, pero nunca llegaron ¿Qué pasó?”
A pesar de que las líneas no contenían palabras altisonantes, insultos o amenazas, el actor las dijo con tal fuerza en la primera toma que los otros actores casi se desmayan de pánico.
En la segunda toma el actor trató de decirlo en voz baja, el resultado fue un susurro frío y amenazador.
En la tercera toma el actor empujó al otro con el dedo índice… sólo ver la escena dolía.
En la siguiente toma, la actuación fue tan despectiva que provocó que el camarógrafo casi temblara.
Kerry no quería sobre-dirigir la actuación para no perder la interpretación única que cada actor puede dar.
Grabaron otras cinco tomas en las que el actor encontró cinco nuevas formas de acosar a su colega. En cada ocasión las líneas eran expresadas con un lenguaje corporal que convertían un diálogo neutral, una conversación para resolver un problema; en un ataque frontal.
Finalmente Kerry tuvo que intervenir. Le dijo al actor que pensara que el personaje era un buen amigo y que simplemente tenía curiosidad de saber por qué no había entregado a tiempo.
Resultado: La actuación fue perfecta, clara, correcta y llena de respeto.
La experiencia le mostró a Kerry cómo se reacciona ante las decepciones y las expectativas no cumplidas.
No importa qué tan talentoso creas ser como actor, si piensas negativamente acerca de corregir una desviación a lo esperado, tu lenguaje corporal lo va a reflejar. Puedes tratar de ser amable, pero una parte de ti (aparentemente no por voluntad propia) te hará mostrar tu molestia.
Como en un juego de póker hay indicios corporales que delatan tu jugada.
Cuando quieres tratar con respeto a alguien que ha decepcionado tu expectativa, no puedes simplemente tratar de administrar tu lenguaje corporal por sí mismo. Comienza con un respeto sincero por el individuo que hizo algo mal, mantén un sentido de curiosidad. Si asumes lo mejor – no lo peor – de una persona, el lenguaje corporal que necesitas para influir positivamente en el otro, fluirá naturalmente.